Yo Construyo
Soldador destaca en el rubro gracias a su pasión por la pelotita y las chispas
Autor: Ivan Urbina, publicado el
Con 25 años, el hualpenino Andrés Riquelme no pudo cumplir su sueño de ser futbolista. Pero la vida le reservó algo que lo llena completamente: labores de soldadura, rubro en el que trabaja y sobresale por su talento.
Como tantos chicos, Andrés Riquelme (25) soñaba con ser futbolista. Pero el destino le guardó algo mucho mejor para su futuro: la soldadura, rubro en el que siempre destacó desde sus inicios en 2019.
Los inicios no fueron sencillos para el oriundo de Hualpén, Región del Bío Bío. Tuvo que remar desde abajo, trabajando en una faena en la labor de gasfitería. Ahí fue donde se enamoró del rubro.
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Acto seguido: postuló al Sence y quedó seleccionado para estudiar en el Centro Técnico Indura (CETI), lo que cambió completamente su vida.
“Me gustan muchas cosas de trabajar en soldadura, es algo que me llena. Es bonito trabajar en esto, hay hartas cosas que me llaman la atención, aunque hay que ser muy cuidadoso”, expresó el maestro.
“Me ayudó mucho estudiar ahí. El CETI me enseñó a hacer peguitas particulares como agrandar rejas, hacer protecciones de ventanas y, en la faena igual me enseñó a soldar muchachitos, caballetes, de todo un poquito, hay que hacerle a todo”, agregó.
“Gracias a Dios, también me ha ayudado en el tema del currículum, porque cuando estás calificado te ven con otros ojos y se te abren más oportunidades”, indicó el hualpenino.
Juventud y talento
A pesar de ser tan joven, Andrés se maneja muy bien en lo que hace. Tanto así que, después de un par de años de trabajo, tuvo una excelente oportunidad laboral en la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP), donde se desempeña como maestro de primera en un importante proyecto de la compañía.
“Tuve la oportunidad de entrar a este proyecto y me ofrecieron un contrato indefinido. Gracias a Dios ahora he podido comprarme mi auto y postular a una casa”, señaló el padre de una niña de dos años.
“La receta del éxito, es ser perseverante y constante, uno aquí nunca deja de aprender, siempre se puede aprender mucho de otros soldadores. De repente también conviene soltar más la mano para los cortes. En verdad son hartas cositas que uno puede aprender en esto”, aseguró.
Sobre sus objetivos futuros, el joven maestro es enfático: formar una empresa de maestranza. “A futuro me gustaría tener una maestranza y hacer peguitas grandes, pilares, sacar estructuras, y tener personal contratado. Hacer una empresa . Ese siempre ha sido mi foco”, aseveró.
Al finalizar, Riquelme dio algunos consejos que le han ayudado a destacar.
“Si tienen ganas de trabajar en esto y les gusta la soldadura, tienen que darle nomás. Es una gran profesión. Aparte es bien pagada, y vale la pena todo el sacrificio, porque a fin de mes se recompensa todo”, cerró.