Yo Construyo
Partió a la mala en la construcción, pero hoy es un destacado trabajador en su obra
Autor: Ivan Urbina, publicado el
El maestro andamiero Jorge ‘Guachupé’ Vásquez cuenta cómo fueron sus inicios en la construcción, las labores que realiza y da flor de consejos a los más jóvenes.
El empeño y el liderazgo son las mayores virtudes de Jorge Vásquez (32), quien despliega su talento en la construcción en base a estas aptitudes, buscando ser un aporte en todo momento.
Eso sí, su historia dentro del rubro partió más por necesidad que por gusto. “Empecé desde los 17 años de edad a trabajar en la construcción, con los papeles falsificados porque había que pedirle permiso a los papás y no tuve la posibilidad de ello. Cuando una persona sale de casa, como lo hice yo, uno tiene que abrirse al mundo solo. Y cuando las puertas no se abren, uno tiene que empujarlas”, relata el maestro a La Cuarta Constructor.
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Sin embargo, porrazo tras porrazo, Jorge ha podido salir adelante, ganándose su lugar dentro de las obras y aprendiendo de los errores para volverse cada vez mejor trabajador.
“Desde que entré a la construcción, hasta ahora, he aprendido bastante, porque la obra te enseña todos los días algo nuevo para la vida. La única diferencia es que ahora sé realmente hacer algunos procesos. Antiguamente yo creía que sabía, pero no sabía en realidad, y la experiencia te va dando la sabiduría”, comenta el oriundo de Puente Alto.
En la actualidad es un buen valor dentro de la obra Bravo Izquierdo en San Joaquín, considerado un gran compañero y apodado ‘Guachupé’.
Aunque a la hora de trabajar, él se autodenomina como un trabajador proactivo. “Siempre he sido proactivo, antes de que el maestro me pida las cosas siempre las he tenido listas. Eso es bastante valorado porque así uno aprende a hacer cualquier tipo de trabajo dentro de la obra”.
Construir una casa propia
Guachupé es un amante de las bicicletas y el ciclismo, por lo que entre sus metas no está el adquirir un vehículo motorizado. Pero a futuro sí le gustaría comprar su casa propia, o más bien construirla con sus propias manos.
“Casi todas las personas quieren tener su casa propia y un auto. Pero a mí no me interesa un auto, quisiera luchar por una casa. Me conformo con mi bicicleta y con eso soy feliz. Pero sí quisiera seguir aprendiendo en construcción porque si algún día no tengo posibilidad de comprarme una casa, junto un poco de plata y la hago yo mismo”, asegura.
Como él llegó muy joven al mundo de la construcción, aconseja a otros jóvenes a que no flaqueen en su comienzo en el rubro, y que sigan aprendiendo de los más grandes.
“En la construcción, lo que más cuesta es el principio, cuando uno recién empieza. Pero si uno usa la cabeza como corresponde, puede lograr muchas cosas. No tengan miedo de trabajar en la construcción, porque este rubro es maravillosamente productivo. Inicien en la construcción y no pierdan la esperanza de aprender cosas nuevas”, cierra.