Yo Construyo

Estudió soldadura por su emprendimiento y le terminó gustando

Autor: Constructor, publicado el

Pyme de implementos deportivos fue creciendo tan rápido que una de sus dueñas tuvo que especializarse en soldaduras MIG/MAG para ampliar la gama de productos a la venta.

Con el afán de emprender en el área deportiva, es que Aline Duffau (32), junto a dos profesionales, crearon la pyme Inbruto en el año 2018, empresa dedicada a la comercialización de accesorios deportivos, principalmente de textiles como muñequeras, sacos de box y complementos. 

Pero la irrupción de la pandemia y el cierre de los gimnasios provocó que este negocio creciera y creciera, viéndose en la obligación de ampliar el abanico de productos hacia los implementos deportivos de madera y metal, contratando personas especializadas para fabricar dichos elementos.

Así fue como Aline decidió ponerse el overol, los guantes y el casco, y comenzó ella misma a estudiar y especializarse en soldaduras MIG/MAG.  

“Siempre buscamos tener mejores utilidades y precios de fabricación un poco más bajos, para, eventualmente, tener precios más bajos en el producto final. Desde ahí nace la necesidad de aprender, nosotros mismos, el proceso de soldadura, para tener un departamento de metalurgia en un futuro próximo”, explica Duffau, oriunda de Concepción. 

La joven, además, cuenta cómo dio con el Centro Técnico Indura (CETI), en el que se pudo especializar. Ahora, solo espera comprar la maquinaria para desplegar su talento como soldadora. 

“Empecé a buscar cursos de soldadura acá en Concepción, y di con el CETI. Tenía la necesidad de aprender sobre soldadura, y así, el día de mañana, saber cómo soldar y que al menos el control de calidad dependa de nosotros. Además, fue un curso muy corto, pero muy práctico”, relata.

La idea de que Aline Duffau conozca de cerca la soldadura significa un gran progreso en términos de producción. “Vamos a hacer soportes de boxeo y toda una línea de implementos deportivos metálicos, como racks para crossfit, soportes deportivos y una infinidad de productos de metal que podamos llegar a implementar”, señala.

Progreso personal 

En su niñez, Aline nunca se imaginó llegar a estudiar un área ligada al rubro de la construcción. Sin embargo, siempre estuvo ese bichito de realizar manualidades en su ADN. 

“No me imaginaba estudiando algo específico ligado a la construcción, pero desde chica siempre tuve la inquietud de fabricar cosas. Me gusta la madera y los autos, pero llegar a tener la necesidad de informarse y de calificarme respecto a un oficio no me lo hubiese imaginado. Pero ha sido buenísima la experiencia”, declara. 

Finaliza diciendo que, sin duda, “es muy interesante la soldadura. No me imaginé que había tanta teoría detrás de esta técnica. Me sorprendió mucho todo lo que se puede aprender con las personas indicadas, y cuando tienes la capacitación ideal, la verdad es que se avanza muchísimo”.