Yo Construyo
Después de 30 años de trabajo buscó la independencia y triunfó en la construcción
Autor: Ivan Urbina, publicado el
Marcos Cerda se sacó la mugre trabajando en obras durante tres décadas, trasladándose todos los días desde Buin hasta barrios altos de Santiago para llegar a sus faenas. Para el Estallido Social, se independizó: ahora tiene más ingresos y maneja sus propios tiempos.
Cuando Marcos Cerda (54) se casó a sus 20 años de edad, se dedicaba a labores de costura. Sin embargo, al poco tiempo se dio cuenta que, para cumplir su sueño de formar una familia, sus ingresos no iban a dar abasto.
Sin quererlo ni pensarlo, Marcos decidió tomar el mismo rumbo que su padre: la construcción. Siguiendo los pasos de su viejo, se lanzó con todo a trabajar en el rubro de la carpintería.
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“Cuando era chico, lo que menos pensaba era trabajar en la construcción, porque veía a mi viejo y él llegaba agotado siempre. Entonces tenía la idea de que la construcción era matadora, y no quería eso para mí. Pero ahora me gusta, sobre todo cuando uno termina una pega y le dicen que quedó bonito y bien terminado”, cuenta el experimentado maestro a La Cuarta Constructor.
Actualmente, don Marcos tiene tres hijos y cuatro nietos, y su historia de matrimonio se ha extendido a 34 años y contando.
Eso sí, el camino de la construcción no ha estado exento de dificultades. “Lo que más me afectaba era el tiempo de traslado. Yo vivo en Buin, entonces habían pegas en las que tenía que viajar dos o tres horas en micro, tener que salir a las 5.30 de la mañana de mi casa para llegar a un horario preciso a la pega”, asegura.
De la dependencia a la emancipación
El romperse el lomo trabajando y viajando desde Buin hasta Santiago finalmente tuvo su final feliz. En un principio, el Estallido Social mermó las oportunidades laborales de muchas obras de construcción, lo que obligaba a Marcos a trasladarse hasta comunas del barrio alto, como Las Condes, Lo Barnechea y Vitacura.
Así que el maestro tomó una decisión radical. “Ahí empecé a hacer pololitos a conocidos, a gente que me conocía y trabajaba. Ahí me fui haciendo de clientes. Hoy en día llevo cuatro años como independiente, desde el Estallido Social. Con los años de trabajo, pude aprender sobre gasfitería, albañilería, carpintería y lo básico de electricidad”, señala Cerda.
“Son varias las diferencias entre trabajar dependiente e independiente. Primero el tema monetario, porque entran más lucas para el bolsillo. Además, puedo manejar mis tiempos, porque de repente uno tiene cosas que hacer en la casa, por ejemplo, tengo nietos y a veces me gusta ir a buscarlos al colegio o ir a sus actos”, añade.
Consejos del maestro
Al finalizar la entrevista con nuestro medio, el maestro independiente da algunos consejos para los jóvenes y para quienes recién están entrando al mundo de la construcción.
“Más que nada, lo más importante es la responsabilidad. Si se compromete a hacer un trabajo, ese compromiso tiene que llevarlo a cabo y dejarlo bien hecho”, indica.
“Como persona mayor, uno también debe tener la disposición a enseñar, porque en mis tiempos algunos maestros no compartían sus conocimientos, en la construcción se daba mucho eso. Pero ahora creo que no se ve tanto. Al menos a mí, me gusta enseñar mucho a los jóvenes”, cierra.