Yo Construyo
A sus 25 años se dio cuenta que nació para trabajar en la construcción
Autor: Constructor, publicado el
Ives Escobedo es oriundo de Rancagua y, luego de años de esfuerzo, hoy maneja los procesos del rubro al revés y al derecho. A los más jóvenes les aconseja que no tengan miedo y nunca bajen los brazos.
25 años de edad tenía Ives Escobedo Salinas (51) cuando, así como que no quiere la cosa, fue a apoyar a su tío como trabajador en una obra en Rancagua. Cuando empezó sus labores, se dio cuenta inmediatamente que eso era lo suyo, teniendo una habilidad innata para realizar cualquier proceso dentro del rubro.
“Me apasiona la construcción. Es algo que me gusta mucho, como cuando el artista pintor dibuja un cuadro y luego lo vende, a mí me gusta esto, y me pagan por trabajar. Además, siempre he tenido la habilidad para aprender fácilmente cualquier cosa relacionada a la construcción”, expresa el rancagüino a La Cuarta Constructor.
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Dicha obra duró alrededor de un año. 365 días en los que don Ives aprendió de todo, tanto así que decidió independizarse. A pesar de no ser un camino fácil, la necesidad lo llevó a tomar este rumbo, algo que hoy agradece.
“El paso a independizarse es muy difícil porque uno no cuenta con su clientela, entonces partí haciéndole pololitos a mis familiares que necesitaban, por ejemplo, hacer una puerta, poner protecciones, y así fui abriéndome campo en este rubro. Actualmente, gracias a mi responsabilidad y honestidad, estoy a cargo del agua de un condominio, en el que tienen agua propia y le hago operación y mantención”, cuenta Escobedo.
Aparte de eso, Ives es contratista en obras menores de construcción, y es capaz de trabajar en áreas como gasfitería, electricidad, revestimientos, adaptaciones y terminaciones, todo aprendido de manera autodidacta.
“No se me dio la oportunidad de estudiar por un tema económico, y tuve que aprender por necesidad. Pero en el camino me di cuenta que era lo que me gustaba, quizás si hubiera estudiado otra cosa no habría ejercido, porque la construcción es un campo muy amplio y eso es lo que más me gusta”, relata el maestro.
Con ese trabajo ha podido sostener su matrimonio y a sus dos hijos, quienes están estudiando. Y, aunque asegura que hoy en día no le falta nada, sigue pensando en cumplir ciertos objetivos dentro del rubro.
“Quiero formar una empresa con mi sobrino, que se va a recibir este año con una ingeniería en automatización mecánica industrial, y la idea es, con él, como tiene estudios, poder formar una empresa y empezar a hacer trabajos más grandes”, asevera.
Para finalizar, dio un par de consejos a la gente joven que se quiera integrar a la construcción, o bien esté empezando una carrera en ello. “No tengan miedo. Cuando empecé tenía solo una bicicleta y andaba con mi mochila de herramientas, pero el esfuerzo dio frutos: aunque no me he hecho millonario, ahora tengo mi vehículo y todo tipo de herramientas, todo gracias a la construcción”, cierra.