Yo Construyo

A los 10 años de edad supo que la construcción era lo suyo

Autor: Ivan Urbina, publicado el

Cristofer Astrudillo es un joven de Hijuelas. En esta nota cuenta cómo pasó de ser un simple estudiante de un liceo industrial a convertirse en un importante maestro de obras civiles.

Hace 20 años, un pequeño Cristofer Astrudillo (30) ya tenía claro dónde iba la micro en su vida. Con su papá se ponía a reparar cualquier detalle por mínimo que fuera en su casa, algo que marcó profundamente a este joven, por lo que decidió que su próximo paso sería transformarse en un maestro de construcción.

El oriundo de Hijuelas, Región de Valparaíso, definió que su liceo debía ser industrial y dedicado al rubro de la construcción, por lo que se matriculó en la comuna de La Calera para cursar su enseñanza media.

“Siempre me ha gustado un montón el rubro de la construcción, desde que tenía más o menos unos 10 años de edad ya supe que me gustaba en la vida. Gracias a mis familiares me empezó a gustar, porque los veía trabajar y crear cosas, pero cuando empecé a estudiar me gustó mucho más”, relata Astrudilo a La Cuarta Constructor.

Así es como hace ocho años Cristofer comenzó a trabajar en su primera obra de construcción en Santiago. A pesar de empezar como jornalero, fue ascendiendo poco a poco, transformándose en ayudante y maestro primera. Actualmente su trabajo está dedicado a las obras civiles.

“Puedo hacer muchas labores del área de las obras civiles, y además sé todo el trabajo de lo que es la carpintería, que es el trabajo de maestro de primera. Me defiendo harto en la construcción”, cuenta.

No parar de aprender

Actualmente, Cristofer trabaja en modalidad 14×14 en Iquique, pero se dedica a hacer otros trabajos de construcción por Hijuelas durante las dos semanas que se mantiene libre.

“Me gustaría tratar de aprender lo que más pueda en la práctica, porque no creo que tenga la oportunidad de estudiar, pero mis objetivos a futuro son tratar de dar todo y seguir aprendiendo, porque en la construcción uno nunca termina de aprender. Hasta ahora he aprendido harto y sé ganarme la vida en algún pololito si es que no tuviera pega en algún momento”, indica.

Aparte de un hombre de construcción, Cristofer es también un padre de familia. Tiene pareja hace un par de años y, gracias a su trabajo en el rubro, puede dar sustento a su pequeña hija.

Al finalizar, el maestro da algunos tips para trabajadores más jóvenes que están recién empezando en el rubro de la construcción.

“Tienen que aprender harto no más, y tener mucho ojo en la seguridad, porque lo primero es eso, de ahí parte todo. Es bonita la construcción, un muy buen rubro, y sirve para la vida en general. Por ejemplo, mi casa la construí yo solo, y ante cualquier arreglo es necesario tener estos conocimientos”, cierra.