Tema Central

Las grandes virtudes de las cerámicas: ¿Por qué se ocupan para revestir tanto pisos como muros?

Autor: Constructor, publicado el

Una elección constante en una gran parte de las obras de construcción son estos revestimientos fabricados en base a arcilla cocida. Nota escrita por Mario Navarro Cortés, docente de la Escuela de Construcción de Duoc UC, sede Maipú.

Una de las etapas finales en toda obra de construcción son las terminaciones, y, con ello, la instalación de revestimientos en pisos y muros.

Uno de los revestimientos más utilizados son las cerámicas, las cuales dan el acabado estético que logra modificar las apariencias de los distintos recintos.

La importancia de la cerámica en la construcción de edificios es tal que puede sobrepasar la vida útil del mismo.

Incluso, se puede afirmar que, de los materiales para pavimentos y revestimiento de paredes, la cerámica es la que mejor se adecúa, por durabilidad y funcionalidad.

Por sus diseños, la cerámica es el material de revestimiento elegido por los constructores de edificios. Gracias a las nuevas tecnologías aplicadas a su fabricación, la variedad gráfica y de color es infinita.

Las propiedades de este histórico material

La cerámica cuenta una historia antigua. La cerámica es fruto de hallazgos arqueológicos en todo el mundo desde la prehistoria. Siempre ligada a la vida cotidiana del hombre, su éxito radica en su origen sencillo y natural, la tierra, y en la ductilidad de la materia, que permite reproducir infinitas formas, matices, efectos y relieves.

La cerámica es natural, viene de la tierra, y es segura para la salud. No contiene amianto, formaldehído o sustancias plásticas, por lo que no libera sustancias orgánicas peligrosas al medio ambiente.

La cerámica es natural, versátil y resistente.

La cerámica es ecológica. Se fabrica respetando el medio ambiente y al hombre en todas las fases de su ciclo vital, desde la extracción de las materias primas, pasando por el proceso de fabricación.

La cerámica es higiénica. La usamos desde siempre en platos y recipientes para alimentarnos y para beber, porque es un material excelente: no absorbe ni libera sustancias, no mancha, se limpia fácilmente y resiste incluso los detergentes más agresivos, manteniendo inalterada su belleza.

La cerámica es bonita y muy resistente. Soporta los estragos del tiempo, los agentes atmosféricos y los cambios de temperatura, el pisoteo y los golpes. No se deforma, no se raya, no se daña ni pierde color ni siquiera cuando se expone a los rayos del sol.

La cerámica no se quema. No arde ni siquiera en contacto con llamas abiertas y, en caso de incendio, no produce gases o humos tóxicos.

La cerámica es versátil. Diseños, formatos y acabados la convierten en el material ideal para cualquier solución: revestimientos de piso y muro para todo tipo de ambientes y contextos, nichos, marcos y tabiques, mesas y encimeras.

La cerámica es ideal en arquitectura. Su resistencia mecánica y química, así como su resistencia a las heladas, la convierten en un material perfecto también para exteriores y para el revestimiento de fachadas. La cerámica es, además, un excelente conductor de calor, perfecto para la calefacción por suelo radiante.

La cerámica es natural, elegante, reciclable y ecológica. Versátil y duradera, indicada para cualquier contexto y para todo tipo de ambientes.