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¿Las construcciones chilenas están preparadas para resistir un ‘Megaterremoto’?
Autor: Constructor, publicado el
Diversos expertos aseguran que las edificaciones en nuestro país soportarían sin problemas un sismo de grandes magnitudes. La principal razón está en la fortaleza que brinda el hormigón armado en sus construcciones.
Miles de fallecidos y ciudades completas en el suelo han sido algunas de las desoladoras postales tras los terremotos ocurridos recientemente en Turquía y Afganistán. Una situación que, a pesar de lo lamentable que es, no se ve muy lejana a lo que ocurre con frecuencia en nuestro país.
Es que Chile se caracteriza por ser uno de los países más sísmicos del mundo. De hecho, en cualquier momento puede venir un ‘Megaterremoto’ con una intensidad mucho mayor a la vivida en dichos países de oriente.
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Por lo mismo, las construcciones y las normativas de edificación se han adaptado, con el tiempo, a la realidad de nuestra nación. Chile ha logrado un estándar en la calidad y el diseño estructural, asegurando un correcto desempeño de sus edificaciones frente a sismos considerables.
“Si tuviera que decidir -en Chile- qué hacer durante un terremoto, si salir de una estructura de hormigón armado arrancando o quedarme dentro, yo preferiría la segunda”, aseguró Augusto Holmberg, gerente general del Instituto del Cemento y Hormigón (ICH).
Según expertos, habría energía suficiente en las placas tectónicas para generar un terremoto de magnitudes considerables. En ese sentido, y poniéndonos en un escenario hipotético de un terremoto igual o superior a los de Valparaíso en 1730, Valdivia en 1960 o Concepción en 2010, ¿cuál sería el desempeño de las construcciones actuales?
“El sistema constructivo ha permitido que Chile tenga un liderazgo mundial en cuanto a comportamiento sísmico, dado principalmente por el uso de materiales como el hormigón armado (hormigón + acero), utilizado sobre todo en la construcción de nuestras casas desde principios del 2010, dando como resultado estructuras mucho más seguras que las que teníamos históricamente”, explicó Holmberg.
Para el gerente del ICH, es importante destacar que, por su elevada durabilidad y bajo mantenimiento, este método constructivo ha ido reemplazando los ladrillos cerámicos o albañilería. Aunque ojo, los ladrillos siguen siendo un material validado por su desempeño sísmico, aunque debido a diferentes variables han ido quedando atrás.
Acero y hormigón: La pareja perfecta
Desde sus orígenes, el acero ha estado ligado al mundo de la construcción. Este material ha estado marcado por diversos progresos tecnológicos e innovaciones que han mejorado su proceso productivo no tan solo desde la perspectiva de calidad del material, sino también desde un enfoque medioambiental. Es un material reciclable que se puede recuperar en un 100%, manteniendo las mismas propiedades que el material original.
Ahora bien, cuando este material se mezcla con el hormigón, se aprovechan las características propias de cada uno de estos materiales. Se observa una beneficiosa alianza que permite entregar características antisísmicas a la construcción de edificios, casas, carreteras y estructuras de gran envergadura.
Es así como el hormigón armado es altamente confiable, ya que cuenta con materiales de calidad superior (como el hormigón y el acero) que aportan a su resistencia. Además, son insumos de fácil disponibilidad y de rápida ejecución en la obra.
Para Manuel Riquelme, jefe de Desarrollo de Productos en Aceros AZA, “la importancia y validación del hormigón armado se basa en que los materiales que lo conforman, tanto el hormigón como las barras de refuerzo, poseen un control de calidad exhaustivo, lo que asegura un material resistente y dúctil con gran rigidez”.
Según Uwe Rohwedder, arquitecto y académico de la Universidad Central, la seguridad de las construcciones en Chile se debe principalmente a los materiales utilizados, pero también a un avance en normas -de producto y sísmicas- que obligan a la construcción a cumplir con criterios elevados. Sin embargo, el docente asegura que existen desafíos comportamentales, ya que “lograr una cultura sísmica más adecuada, requiere actitudes en lo conductual. En caso de un gran terremoto, hay que decidir si es conveniente quedarse en el lugar o salir”.
“El hormigón y el acero conforman a una pareja perfecta, totalmente compatibles y de comportamientos probados y conocidos, el tradicional A630 y toda la familia de hormigones estructurales han tenido un excelente desempeño. Esto se debe a la interacción y compatibilidad de sus componentes, tanto así que toda estructura con estos materiales en caso de sismos, bien diseñada obviamente, tendría un porcentaje muy bajo de daños”, cerró Manuel Riquelme.