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Las claves para el buen funcionamiento de un calefón dentro del hogar
Autor: Ivan Urbina, publicado el
El proceso de mantención debe ser efectuado por un profesional capacitado por la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC).
El calefón es un sistema de calentamiento de agua que se utiliza diariamente. Por lo tanto, si este aparato presenta alguna falla, pueden haber bastantes problemas.
Y los riesgos no se remiten solo a una pequeña falla que deje a una familia entera bañándose con agua fría, sino que pueden llegar ser mucho más serios, tales como fugas internas y externas.
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De partida, debemos considerar al calefón como un elemento de cuidado, por lo que su ubicación dentro de una vivienda es clave. Así lo afirma el Decreto Supremo 66 del Ministerio de Economía, reglamento que establece las directrices y la seguridad en la construcción de sistemas de evacuación de gases.
“Los calefones deben ubicarse en compartimentos destinados exclusivamente para su funcionamiento. Pueden ser lugares exteriores o interiores, aunque estos últimos deben estar ventilados de acuerdo a lo que establece la misma normativa”, advirtió Carolina Silva Valladares, jefa de la Escuela de Construcción e Ingeniería de AIEP, sede Concepción.
La académica agregó que “este tipo de artefactos cuenta en su instalación con un conducto destinado a la evacuación de gases producto de la combustión, el cuál debe estar orientado hacia el exterior del recinto”.
Mantención en cantidad y en calidad
La solución a los problemas del calefón es simple: debe realizarse una mantención periódica para garantizar la seguridad.
“La mantención ayuda a prevenir fugas de gases al ambiente que, en espacios cerrados, puede terminar en la muerte del usuario. La mantención incluye: revisión de las llaves de corte de gas, estado de los flexibles, impermeabilidad de los ductos de ventilación, limpieza de serpentín y quemadores, entre otros”, indicó Silva.
¿Con qué frecuencia debe ser la mantención?
Para responder esta interrogante, debemos considerar la zona geográfica de nuestro país y la calidad del agua. Si existe agua con más dureza, la mantención debe realizarse con mayor frecuencia.
“La mayoría de las marcas recomiendan que la mantención se realice una vez al año. Sin embargo, en lugares en donde el agua presenta una dureza mayor (mayor contenido de minerales), se considera que esta mantención debe realizarse cada 6 meses”, aseveró la docente de AIEP.
Ojo con la certificación
Volvemos a recalcar que el calefón es un sistema lleno de cañerías de gas y, por lo tanto, es un elemento muy delicado.
Por ende, no cualquier persona puede dárselas de gásfiter y ponerse a meter mano para realizar la mantención. Esta labor debe realizarla un profesional capacitado.
“Lo ideal es que sea el técnico representante de la marca del calefón quién realice la mantención. En caso contrario, puede realizarla un técnico externo de la marca. En ambos casos, debe ser alguien capacitado y certificado por la Superintendencia de Electricidad y combustibles (SEC)”, indicó Silva.
“Quien se arriesgue a realizar la mantención con un técnico no certificado, corre el riesgo de que dichos trabajos no cumplan con los estándares de seguridad exigidos por la SEC, que el equipo falle, multas, daños a las viviendas o, en el peor de los casos, provocar la muerte del usuario por inhalación de gases de combustión”, añadió.
Sello verde
A contar del año 1999, cada vivienda que se construya debe tener la garantía del denominado ‘Sello Verde’, el cual es otorgado por la SEC.
“Las viviendas anteriores a esta fecha deben realizar inspecciones constantes de sus instalaciones y artefactos. Este sello verde, indica que tanto las instalaciones interiores están correctamente funcionando al igual que todos los artefactos de la vivienda”, finalizó la profesional.