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La madera como solución para un desarrollo sostenible

Autor: Constructor, publicado el

La baja contribución a la huella de carbono hace que este material sea predilecto para una construcción  amigable. Columna escrita por Emilio Guerra, profesor del Departamento de Construcción y Prevención de Riesgos de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM).

Nuestro país cuenta con gran cantidad de bosques y plantaciones forestales, lo que hace que la madera sea un recurso renovable y abundante. De hecho, Chile se encuentra dentro de los 10 países con mayor producción y exportación de madera en el mundo. Es decir, es un material con alta disponibilidad para la construcción.

Actualmente, el concepto de desarrollo sustentable hace que nos preocupemos de preservar, conservar y aprovechar los recursos naturales que tenemos disponibles. Y el concepto de desarrollo sostenible prioriza el crecimiento económico y busca el desarrollo sin comprometer los recursos naturales para las futuras generaciones. El rápido crecimiento de la madera y su constante reforestación hace que este material cumpla con ambas definiciones medioambientales.

Por otro lado, cada vez más nos preocupamos de las emisiones de gases con efecto invernadero con especial énfasis en el CO. La madera es prácticamente el único material de la construcción que absorbe grandes cantidades de este gas en su etapa de crecimiento. Por lo tanto, su producción y uso contribuye en tener una muy baja huella de carbono.

Como características técnicas, la madera es un material resistente y duradero, siempre y cuando se seleccione y trate adecuadamente. También es aproximadamente 7 veces más ligero que el hormigón, por lo que su comportamiento frente a sismos genera menores impactos que construcciones con materiales más pesados.

Es común pensar que la madera es un material muy vulnerable frente a la acción del fuego. Nada más lejos de la realidad: frente a temperaturas sobre los 200°C, este material forma una capa protectora que protege a la parte interna, conservando así sus propiedades estructurales. Esto da un margen de tiempo razonable para evacuar.

La madera tiene baja conductividad térmica. En la práctica es mejor aislante que el hormigón y que el ladrillo, y supera en cientos de veces al acero. Eso sí, siempre se debe combinar con materiales propiamente aislantes para satisfacer los requerimientos de las distintas zonas climáticas que tenemos en nuestro país. 

En lo acústico, debido a la conformación celular de la madera, esta absorbe de manera bastante eficiente las ondas sonoras. También hay que tener en cuenta que, según los requerimientos se puede potenciar esta característica con materiales aislantes.

Además, es un material comparativamente económico y de un rápido avance constructivo debido, principalmente, a la facilidad de trabajarlo directamente en obra con herramientas no sofisticadas o en la prefabricación de las estructuras a través de paneles. 

Si pensamos en que las fundaciones dentro de sus características deben ser capaces de soportar el peso propio de la vivienda, estas podrán ser de menor profundidad versus los materiales más pesados como el hormigón y la albañilería, provocando así un ahorro desde el inicio de la construcción.

Finalmente, la madera tiene una presentación estética bastante más confortable que otros materiales, provocando en los usuarios una sensación de calidez y bienestar que en definitiva mejora la calidad de vida.

Emilio Guerra, profesor del Departamento de Construcción y Prevención de Riesgos de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM).