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Hongos, humedad y rayos UV: Sepa cómo proteger la madera frente a tanto fenómeno natural

Autor: Constructor, publicado el

Existe una serie de productos para proteger los poros de la madera y alargar su vida útil. Nota escrita por Sergio Olmos Vásquez, docente de la Escuela de Construcción de Duoc UC, sede Maipú. 

La madera proviene de los árboles, lo que hace que comprendamos su naturaleza; las cualidades o defectos que posee pueden determinarse a partir del árbol de donde proviene. 

La madera tiene una compleja estructura natural, diseñada para servir a las necesidades funcionales de un árbol en vida, más que ser un material diseñado para satisfacer necesidades de carpinteros. Por ello, es necesario el conocimiento sobre la naturaleza de la madera, sus características y su comportamiento para establecer y efectuar un buen uso de este material. 

En ese aspecto radica la importancia de que exista información adecuada y estructurada a los actuales requerimientos, lo que permite a los profesionales que intervienen en el diseño, cálculo y ejecución de construcciones en madera, realizar una acertada gestión y correcta utilización del material, con el objeto de cumplir altos estándares de calidad y bienestar.

La madera es, históricamente, uno de los materiales más utilizados por el hombre. Actualmente, su uso como material estructural alcanza a más del 90% de la construcción habitacional de uno a cuatro pisos en la mayoría de los países desarrollados.

Existe una serie de factores que afectan a la madera por el hecho de ser materia orgánica. Por ejemplo, es un material susceptible al ataque de seres vivos, lo que puede provocar su total degradación; a la acción de agentes bióticos, que pueden destruirla o degradarla, y al tratamiento necesario en función de los requerimientos de durabilidad. También está afecta a la presencia de insectos y hongos (agentes bióticos).

La madera no es susceptible de ser atacada en todas las condiciones. Existen soluciones arquitectónicas que permiten evitarlo. Si bien la madera se degrada, se debe tener presente en qué condiciones esto ocurre, ya que existen un sinnúmero de protectores que garantizan su durabilidad.

La degradación de la madera se debe a diferentes causas y es importante saber, en cada caso, el principal agente causante de dicha degradación, lo que permitirá elegir el modo de proteger la madera. Causas biológicas cómo los hongos, insectos y otros, la degradación por la luz, la humedad atmosférica, el efecto hielo-deshielo, el fuego, entre otras.

En el tratamiento de la madera, se deben definir los requerimientos de durabilidad que son necesarios. O sea, si la madera elegida tiene la capacidad para resistir el ataque de los diferentes agentes de destrucción, una vez puesta en servicio sin ningún tratamiento preservador. Sólo en caso de que no se puedan utilizar las especies adecuadas a la durabilidad exigida, se debe realizar el tratamiento que corresponda. 

Desde este punto de vista, la protección de la madera frente a agentes destructores adquiere vital relevancia al momento del diseño arquitectónico, especialmente si se tiene en cuenta que la especie que hoy se utiliza en forma mayoritaria en nuestro país es el pino radiata, considerada como poco durable (según norma chilena NCh789).

Productos protectores

Los tipos de protectores de la madera que se utilizan son insecticidas contra la acción de insectos; fungicidas, frente a la acción de hongos; retardadores del fuego; protectores de la luz. 

También están los del tipo preservantes de la madera como los solventes orgánicos, los hidrosolubles y los creosotados. Luego se deben considerar el tipo de tratamiento a realizar a la madera, como los tratamientos superficiales o en profundidad, en caliente o frío.

De cualquier forma, al ser un material natural, la madera es porosa y se adapta a las condiciones de temperatura y humedad del entorno en el que se inserta. Debido a ello puede absorber todo lo que ingresa, tal como aceites, suciedad y productos químicos. Sin un acabado adecuado, la madera puede secarse, agrietarse, perder su tono natural y deteriorarse. Si se expone a cambios repentinos, como períodos de alta humedad y sequía, puede terminar hinchándose o pudriéndose.

Una terminación adecuada evita que la madera se deteriore rápidamente, aumentando su vida útil y exhibiendo sus características naturales.

Los acabados más comunes utilizados en la construcción, considerando sus características y usos principales, se pueden mencionar los siguientes.

Barnices

Son los más utilizados en una amplia gama de acabados de madera y son los productos más utilizados para la protección y embellecimiento de la madera. 

Los barnices crean una capa transparente, como una película en la superficie aplicada, que cubre los poros de la madera, resaltando sus vetas y sus colores naturales. 

Es un producto a base de aceites secantes y resinas sintéticas. Existen varios tipos en el mercado, como el barniz marino y el poliuretano, que son muy resistentes al agua y la humedad.

Existen barnices con protección contra los rayos ultravioleta, muy útiles para estructuras exteriores. Otros tipos permiten cambiar el tono de la madera a través de tintes.

Los barnices son bastante versátiles, y se utilizan ampliamente en fachadas, estructuras, marcos y piezas internas. Cuando la capa de barniz comienza a desprenderse de la madera, dejándola desprotegida, la pieza debe ser lijada y barnizada nuevamente.

Impregnantes

Funcionan de manera ligeramente diferente al barniz. Los impregnantes penetran en la madera y dejan sus poros abiertos, nutriendo sus fibras y permitiendo que la madera “respire”. Esto le da un aspecto más natural a sus vetas, especialmente al tacto, pero incluso en su versión más transparente termina por oscurecer un poco la pieza. 

Debido a que impregna la madera, es un acabado que la hace extremadamente resistente al agua. Fácil de aplicar y mantener, la impregnación no se desprende, ya que es absorbida por la madera y no forma una capa de película protectora.

Sus usos son similares a los barnices, y también se utilizan ampliamente en cubiertas.

Óleos

Los óleos o aceites son muy apreciados y populares entre los carpinteros, ya que tienden a resaltar muy bien el carácter de la madera, sin cambiar tanto su color y su textura. Hecho de productos naturales, son bastante fáciles de aplicar y mantener, hidratando e impermeabilizando la forma natural de la madera. 

Sin embargo, no son tan resistentes a la intemperie como los productos mencionados anteriormente, debiendo ser retocados cada cierto tiempo. 

Aunque los óleos más comunes son los aceites de linaza y tung, existe la posibilidad de utilizar óleo ‘crudo’ o polimerizado, que se somete a un tratamiento térmico para hacerlo más resistente al tiempo y acelerar el tiempo de secado.

En general, los óleos o aceites se utilizan mayormente en zonas de baja exposición al sol y a la lluvia, pero también pueden ser utilizados para proteger utensilios de cocina, como tablas y cucharas, por ejemplo. En estos casos, se recomienda utilizar aceites minerales.

Lacas

La laca es un acabado natural secretado por el insecto Kerria lacca, un tipo de escarabajo que se encuentra en los bosques de la India y Tailandia. Como barniz, la goma laca se seca rápidamente, formando una película dura, fuerte y flexible, que es útil para barnizar pisos y muebles. 

Se usa con poca frecuencia hoy en día, porque no es muy resistente al agua o al alcohol. Por lo general, se compra en pequeñas piezas que se diluyen con alcohol antes de su uso.

Aún así, existen carpinteros que utilizan goma laca para la terminación de muebles finos.

Ceras

Las ceras son comercializadas en forma líquida, en pasta o sólidas. Se derivan de una variedad de fuentes minerales, vegetales y animales. Los más comunes son los de abeja. 

Como acabado, las ceras no penetran en la madera, sino que permanecen sobre ella, evitando su oxidación. La cera, por lo tanto, si se utiliza sola, tiene poco efecto en la protección de la madera. Lo interesante es que se puede aplicar sobre piezas que ya han recibido la aplicación de aceites, dándole a la superficie un brillo suave y una sensación agradable. 

Deben utilizarse en áreas que no estén expuestas a la intemperie.

Es importante señalar que cuando se abordan las posibilidades de los acabados de madera se deben considerar una serie de variables, especialmente el uso de la pieza, dónde se instalará y su vida útil esperada. Esto incluye considerar, a veces, no utilizar ningún producto para el acabado. Esto se debe a que existen especies nobles, pesadas y duras.

También existen métodos constructivos que no requieren de la aplicación de acabados y, aun así, presentan una larga vida útil. Del mismo modo, un acabado para elementos estructurales a la vista será diferente a la de un banco en una plaza o la de un mueble para un ambiente interior. Lo importante es cuando al especificar una pieza de madera, tenga conocimiento de las posibilidades de la especie y la función de la pieza, con el fin de encontrar la solución más adecuada para cada situación.

Información apoyada desde el Manual de La Construcción de Viviendas en Madera y de CDT de la CChc.

Sergio Olmos Vásquez, docente de la Escuela de Construcción de Duoc UC, sede Maipú.