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Evite complicaciones como quemaduras y deshidratación al exponerse por largas horas al sol

Autor: Ivan Urbina, publicado el

La radiación solar podría provocar desde pequeñas complicaciones hasta severas consecuencias de salud. Ponga atención a los siguientes consejos para impedir estos problemas.

Uno de los panoramas imperdibles que surgen con la llegada del verano es la posibilidad de refrescarse en la piscina, capeando completamente el calor y disfrutando de excelentes momentos. Por otro lado, lo negativo de esto es que la alta exposición al sol podría traernos complicadas consecuencias de salud tales como insolación y deshidratación.

Sin lugar a dudas que, tanto trabajando como disfrutando de una tarde de piscina, debemos tomar todos los resguardos necesarios para cuidarnos de la radiación solar.

El Equipo de especialistas de Mutual de Seguridad entrega una serie de recomendaciones. Una de ellas es “consumir al menos 2 a 2,5 litros de agua al día en el adulto para compensar la pérdida de agua diaria a través de la orina, heces y transpiración. En especial antes, durante y después de ejercicio físico, realizar actividades al aire libre o trabajar bajo el sol. Es importante no esperar a tener sensación de sed para consumir agua”.

La deshidratación podría expresarse en síntomas que van desde la inquietud, irritabilidad, agotamiento y fatiga, hasta otros problemas de salud graves como calambres musculares, pérdida de conocimiento, incapacidad de beber líquidos, ausencia de diuresis, problemas renales o una presión arterial baja o indetectable.

Otro de los tips importantísimos para trabajar en exposición al sol es el vestuario correcto. Mutual recomienda usar camisas o camisetas holgadas de colores claros, además de zapatos cerrados, casco o sombrero que de sombra a nariz y orejas, guantes y un paño de legionario colgando del casco para proteger la zona cervical del cuello.

Evitar quemaduras

La insolación es un problema a tener en cuenta al momento de exponernos por largas horas al sol. Esta es acusada por un síntoma inequívoco: piel enrojecida como jaiba, la cual va acompañada por escalofríos, mareos, náuseas, dolores de cabeza y fatiga.

Para evitar llegar a este extremo, los especialistas de Mutual de Seguridad recomiendan “el uso de cremas del tipo pantalla solar o bloqueador solar UVA y UVB con un factor de protección solar mínimo de 30. Siga las instrucciones de uso que indican en qué momentos y cada cuánto tiempo usted debe aplicarse la crema. Recuerde cubrirse especialmente la nariz y las orejas. Si usted tiene piel sensible, consulte a un médico antes de iniciar el uso de estos productos”.

Es importante, además, no ponerse a trabajar bajo el sol por alta cantidad de horas si usted tiene problemas incompatibles con tales condiciones, como enfermedades cardiovasculares, obesidad, enfermedades a la piel o epilepsia.

Por último, las personas que vayan a trabajar en exposición al sol deberían consumir alimentos naturales ricos en sales minerales, tales como verduras y frutas.