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¿Concreto reforzado o concreto simple? Grandes diferencias en base a la misma materia prima
Autor: Ivan Urbina, publicado el
A pesar que ambas alternativas se fabrican con cemento como el principal material, las prestaciones y usos son completamente distintos.
No cabe duda que el concreto es uno de los materiales que más se utiliza en el mundo entero gracias al conjunto de beneficios constructivos que posee: resistencia, durabilidad, trabajabilidad, entre otros.
Además, otra de las grandes virtudes del concreto es la versatilidad que posee, pudiendo ser utilizado en diversas obras dependiendo de las cargas que se planifiquen.
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De hecho, son dos los tipos de concreto que existen: los simples y los reforzados, cuyas características varían bastante en lo práctico.
Concreto simple
El concreto simple se caracteriza por ser muy resistente a la compresión, por lo que suele utilizarse para el armado de autopistas, calles y túneles. En la albañilería, el concreto simple es empleado en tabiques o bloques.
“Posee resistencia a la compresión y es débil a la tracción. Es una mezcla homogénea de agua, arena, gravilla y cemento. Una de las principales características es que no lleva fierro, por lo que representa una menor resistencia”, aseguró Gabriela Valencia, docente de la Escuela de Construcción e Ingeniería de AIEP.
Para realizar una mezcla de concreto simple se deben seguir una serie de pasos, aunque no es una labor compleja teniendo las herramientas correctas.
Según Valencia, “el concreto simple se hace de una mezcla de 3/4 de arena y piedra chancada, y la otra cuarta parte de agua y cemento. La mezcla es agua, arena, cemento y ripio. Una dosificación adecuada aproximadamente sería 150k de ripio 150k de arena agua (aprox 50 litros) y 100k de cemento”.
Agregó que “el proceso se realiza en una base sólida sobre polietileno o betonera. Se enciende la betonera y se incorpora la arena, luego el ripio y el cemento, y después, a medida que se mezcla, se va incorporando el agua, después de eso se vierte en una carretilla”.
“Si es sobre el polietileno, se realiza un cerro de arena con grava y cemento se realiza el círculo en el centro y se le incorpora agua con pala se va mezclando homogéneamente”, aseguró la experta.
Concreto reforzado
El concreto reforzado o armado también posee una gran cantidad de usos, especialmente en edificaciones. Gracias a la unión del hormigón y del acero, se puede fabricar un material especial para conformar elementos estructurales como vigas, columnas, muros y fundaciones.
Se suele encontrar también en caminos, túneles, obras industriales y puentes.
“Una de sus principales características es resistir muy bien los esfuerzos de compresión, es decir, las cargas de una estructura, ya que tiene menor manejo ante estímulos, ya sea de sobrecarga como ambiental”, indicó la académica.
Obviamente, el proceso de mezcla del concreto reforzado es un poco más complejo que el simple.
Según la profesional Gabriela Valencia, “es necesario tener nuestra malla de acero tejida, la cual se tapa después con hormigón. Se puede realizar con betonera, o también se compra según tipo (eso va dependiendo de lo que se necesita y se compra con características que puede ser con algún aditivo ya sea acelerante o retardante)”.
“Para mezclarlo, se vacía el hormigón, ya sea de forma manual o con manguera, y se le incorpora una sonda vibradora siguiendo las indicaciones respectivas a su uso. De esa forma se debe acomodar la mezcla y evitar porosidad y segregación en ella”, cerró.