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Aprenda a construir las protecciones de sus ventanas antes de salir de vacaciones

Autor: Ivan Urbina, publicado el

Conozca qué tipos de perfiles y qué otros materiales requerirá para esta labor. Además, sepa cómo es el proceso previo y posterior para armar y soldar estas rejas.

Con un verano de 2022 que promete tener muchas más libertades que el año pasado, muchos chilenos de seguro están pensando en tomarse unas merecidas vacaciones a cientos o miles de kilómetros de sus viviendas.

Sin embargo, cualquiera está propenso a sufrir un robo a su casa si no toma los resguardos de seguridad correspondientes. La recomendación de expertos es siempre utilizar rejas y protecciones en las zonas más vulnerables de la vivienda: las puertas y ventanas.

Justamente es en estas últimas zonas en las que es casi indispensable el uso de protecciones, sobre todo pensando en que podríamos dejar la casa sola por mucho tiempo.

Para construir estas protecciones, lo más importante es saber qué perfiles debemos adquirir. “Los perfiles más recomendados para construir protecciones son los perfiles rectangulares de 30 x 20 mm, ojalá de acero al carbono, porque este reacciona bien a casi cualquier tipo de soldadura. Aunque, si tenemos problemas de presupuesto, podríamos perfectamente comprar fierros estriados, también denominados fierros de construcción, y podríamos generar la misma protección”, aseguró Gonzalo Ríos, instructor de Soldadura del Centro Técnico Indura (CETI).

El experto aseguró que, además, debemos considerar la adquisición certera de ciertos materiales como electrodos y anticorrosivos.

“El tipo de electrodo a ocupar en estos casos es el 6011, de diámetro 3/32 pulgadas. Este puede ser de punto azul o punto verde, ambos son idóneos para este trabajo. Lo otro importante es que, ante cualquier tipo de acero que sea, siempre tenemos que pintarlo con anticorrosivo. Esa es la primera capa que tengo que entregar al acero. Esto se debe hacer casi inmediatamente luego de pinchar los perfiles para generar la soldadura”, explicó.

Por un proceso de soldadura exitoso

Con una buena planificación previa, ningún maestro o maestra debería tener problemas para construir y soldar una reja de protección. A pesar de que cualquier tipo de soldadura sirve, el instructor del CETI recomendó un proceso de arco manual.

“Los perfiles son vendidos de 6 metros de largo, y la cantidad de fierros que necesitamos para una protección depende de la cubicación que hagamos de los materiales. La primera instancia debería medir el ancho por el alto de la ventana que voy a trabajar, generar el perímetro completo y después decidir que tipo de guía o dibujo voy a hacer: si voy a utilizar perfiles verticales, horizontales o en posición mixta. Dependiendo de eso, voy a sacar el cálculo de los metros lineales y la cantidad de fierros que tendré que comprar”, indicó Ríos. Lo idóneo sería que la distancia entre cada perfil para generar la reja sea de 14 centímetros.

Una vez lista la reja de protección, debemos anclarla a la estructura de la vivienda para proteger la ventana. Para ello, el caperuzo señaló dos alternativas de proceso.

“La primera puede ser perforar la vivienda donde están los cuatro puntos que forman las escuadras, cruzar completamente un espárrago el cual tenga un hilo, y así desde el otro lado de la vivienda colocar una tuerca. La primera parte que sobre, debe soldarse directamente desde la escuadra”, mencionó.

Agregó que “la otra opción sería perforar con una broca de concreto, pero sin atravesar la estructura La idea es perforar solo lo suficiente para que entre un perno de anclaje, y este perno sería soldado directamente a la estructura. Obviamente después hay que tapar con algún tipo de estuco o algún mortero, y después dejar pintada la fachada”.

Para concluir el proceso, es importantísimo que el maestro o maestra a cargo de este proyecto revise las soldaduras realizadas. Esto significa retirar las escorias, hacer una inspección de calidad y verificar que el cordón tenga una buena fusión. Después de esta revisión hay que pulir las zonas soldadas, y luego aplicar anticorrosivo, idealmente en justo en el momento posterior a hacer la revisión.