Mujer Construye

Venezolana encontró estabilidad social y económica gracias a la construcción

Autor: Ivan Urbina, publicado el

Elena Pérez cuenta cómo dio con un trabajo de auxiliar de aseo en una obra y cuánto le ha ayudado a aprender en su estancia en Chile.

Obra Bravo Izquierdo en la tradicional Avenida Vicuña Mackenna en San Joaquín y su acento la delata. La venezolana Elena Pérez Hidalgo (44) es de las pocas mujeres presentes en esa faena, y se dedica a las labores de auxiliar de aseo.

Elena llegó a Chile hace cuatro años en busca de mejores oportunidades y buscando refugio, al igual que miles de venezolanos que han emigrado de ese país debido a la crisis política, social y económica que azota la nación llanera. A pesar de que jamás imaginó terminar dedicándose a esto, asegura que le encanta su trabajo.

“Como todo migrante, vine con muchas cosas en mi mente, y buscando la mejor manera de salir adelante”, cuenta Elena.

Durante toda su estancia en Venezuela, Elena se dedicó principalmente a labores de costura, siempre de la mano de la ropa y las telas. ¿Cómo llegó, entonces, a una obra de construcción?

“En Venezuela siempre tuve taller de costura, esa es mi rama, y con eso llegué aquí a emprender. Un día, me llegó un mensaje a mi Whatsapp de una cadena que ni sé de dónde salió, la que decía que estaban buscando gente para hacer una capacitación, a cargo de una fundación de reinserción social. Estaban recopilando personas”, relata.

Esta madre de tres retoños agrega que le gustó el curso que estaban impartiendo, que era de electricidad, “y me inscribí. Y al momento de hacer mi práctica me tocó dar con esta Constructora. A pesar de que estas labores no tenían mucho que ver con lo que había estudiado en el curso, el trabajo me gusto mucho. Ya voy a cumplir un año y hasta ahora he conocido muy buenas personas y compañeros de trabajo”.

“Me gusta mucho mirar cómo trabajan los maestros y cómo va creciendo la obra, el edificio en sí, me emociona mucho el ver como empieza algo desde cero. He aprendido bastante porque no tenía idea de que era trabajar en esto”, añade.

Al finalizar, dice que las mujeres deben perder el miedo de trabajar en las faenas de construcción, porque es un rubro en el que se aprende mucho.

“Pierdan el miedo. Si algo he aprendido en las obras es que ese temor de que estos son trabajos solamente para hombres, eso es mentira. Acá uno comparte, socializa y consigue buenas amistades. Para mí fue fascinante, no tenía idea de nada de la construcción, pero ahora sé como realizar algunas labores muy útiles”, finaliza.