Mujeres Maestras

De secretaria a mueblista: Se aburrió de la oficina y hoy administra su propio taller

Autor: Ivan Urbina, publicado el

La maestra Pamela Rivera cuenta cómo fue escalando y adquiriendo conocimiento práctico tras trabajar codo a codo con su suegro. Hoy es capaz de amueblar una habitación completa.

Aunque siempre tuvo curiosidad por los trabajos de mecánica de su padre, Pamela Rivera (33) nunca pensó de niña que se iba a dedicar a algún rubro relacionado con herramientas. Es más, su único sueño era estudiar pedagogía y convertirse en profesora.

Pero lo tradicional no era para su vida. Así, cuando esta oriunda de La Serena entró a trabajar como oficinista junto a su suegro, quien tiene una mueblería, se dio cuenta que su pasión estaba del lado de la construcción.

Como la curiosidad mató al gato, pasaba más rato aprendiendo todo lo relacionado con el trabajo en maderas más que en su oficina. Y no es que no cumpliera con sus labores, sino que prácticamente le alcanzaba el día para todo.

“Mi suegro, primero, me contrató de secretaria. Pero a las 12 del día ya tenía todo el papeleo listo. Me aburría mucho y me iba al taller. Curioseando y preguntando me fui metiendo en el rubro. Ahí me empecé a dedicar al taller”, relata Pamela.

Tanto se fue adentrando en el rubro que, hace tres años, pudo finalmente independizarse, logrando administrar y trabajar en su mueblería ‘Maestra de muebles’ (@maestra.demuebles).

“Ha sido una evolución grande, desde no saber nada hasta ahora, tener mi propio emprendimiento. Ha sido un crecimiento personal importante, me da orgullo decir que soy una mujer mueblista”, expresa la maestra.

Objetivos combinados

Combinando sus pasión actual con sus deseos de niña de ser profesora, Pamela sueña con poder realizar capacitaciones para que más mujeres se integren al mundo de la mueblería.

“Quiero hacer talleres para mujeres, porque siento que falta darles más oportunidades. Mi objetivo es que otras mujeres también tengan estas opciones, sean independientes, tengan tiempo para sus familias. y que también puedan optar a otras gamas”, asegura.

Para finalizar, esta maestra aconseja a otras mujeres a que den el paso y se atrevan a trabajar en el rubro de la construcción y la mueblería.

“Quizás la mayor limitante en la mueblería para las mujeres es la fuerza, pero eso se puede arreglar, siempre hay técnicas y formas, también se puede trabajar en conjunto con hombres. Para mí es un tema de conocimiento: si tú sabes hacer el trabajo y tienes habilidades, siempre se puede. Así que, si tienen la oportunidad de hacerlo, háganlo. Es muy gratificante ver algo que realizaste con tus propias manos”, cierra.