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Maestro saca pecho por su taller de enmarcaciones: Convierte cualquier recuerdo en un cuadro decorativo
Autor: Ivan Urbina, publicado el
Javier Urbina instaló un local de enmarcaciones personalizadas hace 35 años en la comuna de Providencia. En su rubro ha confeccionado cuadros de camisetas, cubiertos, uniformes y hasta un pez globo disecado.
El taller de enmarcaciones de Javier Urbina (63) tuvo un despegue difícil. Tras quedar sin su fuente laboral, el maestro decidió dar el paso hacia la independencia, aunque sin tener, exactamente, nada concreto.
“Cuando me instalé solo fue súper complicado porque no tenía capital ni financiamiento. Solamente tenía un taller chico en mi casa y algunas lucas para darme vuelta. Tuve que pedir fiado a casi todos mis proveedores, pero así y todo nos fue yendo bien, hasta el punto de tener tres trabajadores metidos acá”, comentó Javier a La Cuarta Constructor.
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Este local comenzó en 1987, mismo año en que el Papa Juan Pablo II visitó Chile en un icónico momento. Previo a eso, el maestro se jugaba el todo por el todo trabajando en una fábrica de enmarcaciones.
“Antes trabajaba en el mismo rubro. Hacíamos enmarcaciones, pero muchas enmarcaciones. Era casi una fábrica. El dueño del negocio tenía muchos clientes, y vendía en casi toda la comuna de Las Condes. Mientras él repartía, yo trabajaba armando los cuadros”, relató.
Sin embargo, esta fábrica lamentablemente quebró, lo que le abrió una posibilidad de oro, de la mano de un desafío tremendo: independizarse.
“Cuando el jefe quebró no sabía muy bien qué hacer. Hablé con el dueño del local y le pedí que me lo arrendara. Se dio unas vueltas, y después llegó y me dijo que no había problema. De hecho me dio muchas facilidades, como el pagar el mes de garantía de arriendo de a poco. Siempre he estado muy agradecido de esa posibilidad”, contó el especialista.
En esa misma línea, añade “al momento de comenzar tenía dos molduras, una máquina y eso no más. Después se fue armando todo el taller de a poquito, fui comprando herramientas y ahí se fue equipando hasta lo que es el día de hoy”.
Versatilidad y personalización
Esta decisión le ayudó a sacar adelante a su familia. Javier Urbina es casado y tiene tres hijos, todos criados gracias a lo que genera este negocio.
En la actualidad, el Taller de Confección y Venta de Marcos y Cuadros J.U. tiene 35 años de existencia. Se enmarca de todo: diplomas, recuerdos, fotos, máscaras, cubiertos, camisetas deportivas, uniformes, etc. Incluso, el especialista contó que, un día, una clienta llegó a enmarcar un pez globo directamente traído desde el extranjero. O sea, posibilidades hay infinitas. Todo va en la imaginación del cliente.
Una importante fuente de trabajo de esta pyme son las redes sociales. En Instagram, el taller se encuentra como Enmarcaciones.ju, donde muestra algunos de sus trabajos más destacados y la versatilidad de los productos.
El local se encuentra ubicado en el corazón de la comuna de Providencia. Específicamente se atiende en en el local C2 del edificio Dos Providencias, en Paseo Las Palmas 2230, a solo pasos del metro Los Leones.
Calidad de atención y construcción
No es fácil tener un local de ventas y un taller artesanal de enmarcaciones durante tanto tiempo. Según Javier, una de las claves para mantenerse vigente es la gran calidad de los materiales con los que fabrica.
“Lo principal en este rubro es dar un buen producto final, y siempre he intentado hacer lo mismo. Utilizar buenos materiales, buenas maderas, siempre de primera mano. A veces venden maderas de segunda que uno les puede sacar lo mejor y hacer un cuadro de primera, pero personalmente no lo hago, prefiero armar todos mis trabajos con madera de primera”, señaló.
Otro de los aspectos a destacar del maestro tiene que ver con la atención al público. “Es importante asesorar al cliente porque muchas veces quieren enmarcar, pero no saben cómo. Para mi suerte, cuando doy consejos sobre cómo armar un cuadro siempre quedan bonitos”, indicó.
Ante esto, su compromiso es la buena disposición. “Estoy aquí para atender a la gente, el que viene siempre será bien atendido”, aseguró.
La experiencia es clave
Desde su experiencia en el rubro, Javier dio un par de consejos para las personas jóvenes que se interesen en emprender de manera independiente.
“Lo mejor que uno puede hacer al iniciar un negocio es ser perseverante, que nada te baje. Aunque la gente te diga que estás mal encaminado, uno siempre debe tener convicción. Otro consejo es dejar los problemas personales o de pareja de lado si estás pensando en un negocio o en un trabajo. Son temas totalmente distintos”, recomendó.
Sobre sus metas a futuro, el caperuzo aseguró que quisiera inaugurar un local para las ventas, dejando su taller actual solamente para realizar la mano de obra.
“Más adelante, mi meta es arrendar un local y poner una tienda, una sala de ventas. Pero no solamente de cuadros, sino que varias cosas. Por ejemplo, una tienda de enmarcaciones y estampados”, cerró.