Paso a Paso

¿Cuál es el proceso para reparar las molestas grietas de un muro de concreto?

Autor: Ivan Urbina, publicado el

En siete simples pasos dejará cualquier muralla como nueva. Conozca el Paso a Paso en esta nota.

La construcción en base a concreto es indispensable en un país tan sísmico como Chile, ya que este material brinda especial resistencia estructural a movimientos telúricos.

Sin embargo, aunque un muro de hormigón esté fabricado de manera perfecta, este puede llegar a deteriorarse. Así nacen las famosas grietas, las cuales pueden deformar estéticamente todo un espacio.

“Lo más común es que al momento de la preparacion del hormigon armado y este se deja caer desde la altura, las piedras tienden a caer primero, y se produce una cosa que se llama segregación del material, que es cuando las piedras quedan abajo y arriba queda una mezcla más líquida (…) También se puede agrietar un muro debido a los terremotos o malos cálculos”, aseguró José Ignacio Torres, director de la Escuela Construcción de Universidad de Las Américas (UDLA).

Por suerte, la reparación de este tipo de grietas no es nada difícil. Cualquier aficionado a la construcción podría realizarlo siguiendo los pasos correctos.

De hecho, si se trata de una grieta pequeña, solamente con el uso de un sellador multiuso inserto en una pistola calafatera bastará para rellenarla. Pero si no, el siguiente proceso es simple y dejará el muro como nuevo.

Lo importante es siempre contar con un mortero de reparación de buena calidad. “Hay diferentes marcas con distintos aditivos que que los hacen muy resistentes. Además, estos deben ser bien plásticos y fáciles de aplicar. Hay que procurar que el mortero no se escurra y quede bien pegado a la grieta del muro. Eso se logra cuando el aditivo tiene más elementos poliméricos”, señaló Torres.

El proceso

Paso 1. Lo primero es tener todas las herramientas y materiales necesarios a la mano. Para cumplir con este proceso, necesitaremos una bolsa de mortero de reparación, una espátula, un platacho, una brocha, un balde y un pulverizador de agua.

Paso 2. Con el uso de una espátula, retiramos todo el yeso o mortero que no esté bien firme en la muralla. Debemos retirar sin miedo estos escombros, ya que, si aplicamos el mortero nuevo sobre estas imperfecciones podríamos arruinar todo el trabajo.

Paso 3. Limpiamos la superficie con el uso de una brocha. Sacamos todo el rastro de polvo que quede, y luego le aplicamos agua para humedecer la grieta. Es recomendable el uso de un pulverizador de agua.

Paso 4. Preparamos el mortero de reparación siguiendo las instrucciones del fabricante. Es importante no pasarse de las dosificaciones para que la pasta quede estructuralmente apta.

“Si aplicamos más agua de lo indicado en la dosificación, la grieta no se va a alcanzar a tapar por mucho tiempo y va a resultar un hormigón más débil. Por lo tanto, al ser más líquido puede empezar a escurrir, van a quedar partes más delgadas que otras. Ante cualquier movimiento o temblor, el material del muro se va a soltar por el lado más débil”, indicó el docente de UDLA.

Paso 5. Aplicamos un poco de mortero sobre el platacho. Con el uso de una espátula, la traspasamos a la grieta del muro. Es recomendable aplicar varias capas finas de la mezcla. Para ello, debemos esperar a que se seque cada una para echar la otra.

Paso 6. Una vez seco el mortero y cubierta completamente la grieta, debemos esperar a que la mezcla se seque. Luego pasamos una lija, procurando que el muro quede suave y haya una buena nivelación. Después de lijar, retiramos todo el polvo.

Paso 7. Podemos aplicar pasta de muro, pintar o empapelar la pared, dependiendo de su propio gusto o del cliente. Sin duda que el muro quedará como nuevo.