Paso a Paso
Cómo construir un muro sencillo con el uso de mortero y ladrillos
Autor: Ivan Urbina, publicado el
Un muro construido a través de la técnica de la albañilería puede servir para separar espacios, realizar un cierre perimetral, e incluso armar una jardinera.
Una de las labores más útiles dentro del rubro de la construcción es el armado de un muro de ladrillos perimetral a través de la técnica de albañilería.
El objetivo de un muro no estructural es disponer de paredes divisorias y resistentes. Estos nos pueden servir para varios objetivos: desde cerrar o separar un espacio, hasta formar una jardinera.
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Si bien este tipo de construcción no es una labor sencilla, cualquier persona podría realizar este trabajo siguiendo los pasos correctos y dedicando pasión a ello. Por supuesto, también considerando la protección personal correspondiente.
Es importante no saltarse ningún paso y tener todas las herramientas e insumos a disposición.
Paso a paso
Paso 1. Indispensable es conocer el tipo de ladrillo con el que vamos a trabajar. Existen diversos tipos de ladrillos en el mercado, siendo tres los más destacados: ladrillos resistentes a la intemperie; ladrillos con resistencia media a la intemperie, y ladrillos no resistentes. Los primeros dos pueden soportar el contacto con la tierra y agentes externos, siendo el último solo recomendable para la construcción de muros interiores.
Sin embargo, para un trabajo casual cualquiera de las tres opciones sirve. Recordemos que un ladrillo tiene unas medidas estándar de 9.2 x 5.7 x 19.3 cm. Por lo tanto, considerando la altura y las dimensiones del muro, debemos sacar la cuenta de cuántos ladrillos necesitaremos.
Paso 2. Por otra parte, es fundamental adquirir los otros insumos para la construcción del muro, los cuales tienen que ver con la mezcla de mortero.
“En primer lugar, hay que diferenciar entre un saco cemento, hormigón predosificado y un mortero de pega. Dicho lo anterior, mi recomendación es utilizar un saco de pega de albañilería”, señaló Michael Silva, constructor civil y académico de la Escuela de Ingeniería de Universidad Central.
Paso 3. Cabe mencionar las herramientas necesarias para el proceso. Entre lo esencial se encuentra lo siguiente: espátula, llana, martillo, huincha de medir, pala, carretilla, nivel de torpedo, betonera, cuerda y abrazaderas o clavos (para crear las cuerdas guías), y un nivel de 120 cm aprox.
Paso 4. Ahora viene lo práctico. Debemos excavar una zanja rectangular en la cual se encontrará la base de la pared.
“La profundidad de la zanja va depender del terreno, del tipo de fundación y la altura del muro, pero en general son unos 30 cm”, explicó Silva.
Paso 5. Ubicar estacas de madera en todos los vértices de la zanja. Es importante que todas las estacas queden al mismo nivel de altura por debajo de la zona inferior de la zanja.
La importancia de que las estacas estén niveladas dentro de la zanja es para que la primera hilera de ladrillos quede completamente dentro del cimiento, y sirva de guía posterior para el armado del muro.
Utilizar un nivel de burbuja es la manera más adecuada de darse cuenta que las estacas queden a la misma altura.
Paso 6. Ahora viene el momento de utilizar la mezcla de mortero.
Para realizar la mezcla de mortero “se debe verter el contenido total del saco en un recipiente estanco.Luego se mezcla con agua potable según información de la ficha técnica (en general, para un saco de mezcla de pega de albañilería de 25 kilos son 4 litros de agua). Se debe revolver hasta obtener una mezcla homogénea y trabajable”, señaló el académico.
Ocupamos este material para llenar la zanja hasta la altura de las estacas.
Paso 7. Preparar e hidratar los ladrillos. “Los ladrillos secos le quitan humedad a la mezcla, afectando su resistencia, trabajabilidad y curado. Por lo tanto, se deben sumergir en agua potable 24 horas antes de la realización del muro, con la finalidad de que no absorban el agua de amasado del mortero”, aseguró Silva.
“Los ladrillos, una vez sacados del agua deben colocarse en un lugar fresco y seco hasta que pierdan la humedad superficial y exceso de agua (brillo superficial)”, agregó.
Paso 8. Ubicar unas tablas bordeando el contorno por el cual debe ir la fila de ladrillos.
Para construir estos postes indicadores, debemos clavar dos tablas en el suelo en ambos extremos del muro. La idea es que aguanten sin necesidad de apoyo extra.
Estas deben ser de la misma altura que la pared en construcción.
Paso 9. Colocar la primera hilera de ladrillos en el cimiento tomando en cuenta las medidas, y cortando si es necesario. Para cortar un ladrillo, la mejor forma es utilizar un esmeril angular.
Presionar los primeros ladrillos, los que quedarán enterrados en la franja.
Verificar que la primera fila de ladrillos quede completamente nivelada con el suelo.
Paso 10. Instalar los ladrillos previamente húmedos en las siguientes filas, procurando instalarlos una vez que dejen de chorrear.
Cuando instalemos la siguiente hilera de ladrillos, es importantísimo colocarlos intercalados, no uno encima de otro.
“Si no se colocan intercalados, se genera un punto de falla en el mortero produciendo grietas o asentamientos diferenciales del muro. Al colocarse intercalados, el muro funciona en conjunto como un todo, ya que el mortero es el material que menos resiste, por ejemplo, frente a un sismo, donde se producen fuerzas de tracción”, explicó el profesional de UCEN.
Las capas de mortero que se apliquen para pegar nuevas filas de ladrillos deben tener entre 1,5 y 2 cm de altura. Verticalmente, un ladrillo con otro debe tener la misma distancia.
Paso 11. Luego viene el momento de seguir con las otras hileras, intercalando los ladrillos y procurando que queden con una distancia prudente y homogénea.
Es importante utilizar un nivelador para saber que los ladrillos están bien alineados.
Si quedan excedentes de mortero al presionar los ladrillos, debemos retirar esta mezcla.
En este paso conviene ser muy detallista y utilizar el nivel y la cinta métrica en cada ladrillo.
Paso 12. Cabe mencionar que no se puede realizar todo el proceso en un solo día. De hecho, la norma NCH.1928 C.5 exige que no se exceda la altura máxima de 1,2 metros por día para no perder resistencia en las primeras hileras.
Paso 13. Cuando terminemos el proceso (en dos o tres días debería estar), debemos fijarnos en los posibles orificios sin mortero que queden en el muro.
Ahora debemos rellenarlos asegurándonos que la pared quede uniforme.
Paso 14. Realizar el proceso de mantención y curado al mortero y al muro.
“Los muros de albañilería se deben mantener húmedos durante 7 días. También hay que evitar la exposición directa del sol especialmente en los días calurosos. Se recomienda utilizar un polietileno para tapar el muro”, finalizó Michael Silva.