Vitrina del Maestro
La diversidad de tipos de arnés para el trabajo en alturas
Autor: Ivan Urbina, publicado el
Dependiendo de los requerimientos, existen diversas alternativas para asegurar la integridad al realizar labores por sobre el 1,8 m de altura.
Fue recién en el año 1970 que la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) comenzó a regularizar el trabajo en alturas.
La entidad estadounidense dio cuenta de que la única protección que usaban trabajadores de rubros como la construcción era un cinturón con armellas de acero, por lo que comenzó a exigir que se hiciera uso de los arneses de seguridad, revolucionarios en ese entonces.
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En la actualidad, este implemento es uno de los principales Elementos de Protección Personal (EPP): es infalible para atenuar posibles accidentes de quienes construyen edificaciones o trabajen en techumbres.
Un arnés es un implemento constituido por un conjunto de tiras de seguridad, especialmente diseñado para repartir la fuerza de choques y prevenir las caídas libres. Posee también una serie de anillos por los que se enganchan los conectores, brindando la seguridad correspondiente.
El arnés siempre debe ir anclado a una cuerda de vida, la cual, a su vez, debe estar enganchada a un punto fijo y resistente.
Existen diferentes tipos de arnés en el mercado, los cuales son clasificados según la Norma chilena 1258/1-Of2004. Estos tienen diferencias en sus características dependiendo del requerimiento de cada trabajo o espacio.
Clase A
También se llama arnés anticaídas y es el más famoso de la familia. Su estructura permite sostener grandes cantidades de peso.
Se caracteriza por tener un anillo en frente, a la altura del pecho, mientras que se engancha por la espalda.
“Deben tener incorporado a un elemento de fijación para detención de caídas, de modo que este se sitúe en la espalda del usuario y centrado entre los omoplatos (escápulas)”, pone la Norma chilena 1258/1-Of2004.
Es capaz de prevenir lesiones a causa de accidentes por caídas, limitando la fuerza de una posible caída libre.
Clase D
Este tipo de arnés también se conoce como arnés de ascenso y descenso controlado.
Su gracia es que permite subir y bajar sin problemas mediante un anillo de acero, por el cual se desliza una cuerda.
“Tienen elementos de fijación adicionales que permiten al usuario conectarse a un sistema de descenso controlado en situaciones tales que le permitan al usuario adoptar en forma aproximada la posición de sentado mientras se está en suspensión”, se señala en la normativa antes mencionada.
Se caracterizan por tener su enganche cercano al abdomen, mientras que su unión está entre caderas e ingle.
Permite, además, realizar trabajos en que se requiera tener posición de ‘sentado’, pero a una cierta cantidad de altura.
Clase E
Se conoce como arnés de acceso a espacios confinados debido a que es posible utilizarlo dentro de espacios pequeños en los que cada espacio cuenta.
Se caracteriza por su gran comodidad y acolchado por el contorno de la cintura, lo que asegura un soporte lumbar.
Contienen un anillo en forma de D en el frente de la cintura.
“Estos deben tener un elemento de fijación deslizante en cada cinta de hombro, para ser utilizada como un par, es decir, no separadamente, a fin de permitir al usuario adoptar una posición casi vertical mientras está en suspensión”, indica la normativa.
Clase P
También se le denomina arnés de posicionamiento de trabajo. Posee una alta resistencia y es ideal para trabajos en alturas importantes, como los que se realizan en torres de transmisión o grandes edificaciones.
“Tienen elementos de fijación adicionales o elementos que permitan al usuario conectarse a un sistema para posicionamiento de trabajo. Deben tener incorporado al menos un elemento de fijación para posicionamiento de trabajo para situarse al nivel de la cintura aproximadamente”, anota la normativa.
Sus correas de pecho y hombros tienen una hebilla de fricción, mientras las que van cubriendo la cintura y las piernas tienen hebillas de lengüeta para otorgar mayor comodidad.
Su diseño provee de la capacidad de detener caídas libres y distribuir la fuerza de impacto en pelvis, pecho, hombros y muslos.