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Estudio estima déficit de 750 mil viviendas sociales para 2025

Autor: Pavel Burton, publicado el

La investigación también determinó que el año pasado se produjo un déficit superior al 50% en la construcción de viviendas sociales, por lo que urge más velocidad en los avances.

Si no se acelera el proceso de construcción de viviendas sociales y no hay cambios reales en la velocidad de las entregas, el déficit habitacional al cierre de 2025 sería alrededor de 750 mil viviendas sociales.

Así lo determinó un estudio realizado por la Universidad de Talca que se basó en datos oficiales del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, entregados vía Transparencia.

El estudio lleva como nombre “Crisis habitacional en Chile: Construcción de viviendas sociales sin deuda”, y fue realizado por el académico de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Talca, Armando Durán Bustamante.

En dicha investigación se determinó que el principal problema consiste en los tiempos de entrega de estas soluciones habitacionales, que van de los 5 a 10 años en promedio.

“Las cifras del ciclo de vida, que es el tiempo en que se conforma un grupo habitacional hasta la entrega de las viviendas, no se ha acelerado y en algunos casos son superiores a los 15 años”, explicó.

Según el estudio, a nivel nacional la cifra del déficit en 2023 llegó al 50,92%. Los casos más dramáticos se observan en las regiones de Tarapacá, Coquimbo, O’Higgins, Los Ríos, Aysén y Magallanes, donde el déficit en la cantidad de viviendas sociales construidas en 2023 respecto al año anterior fue superior al 80%.

Uno de los motivos de esta situación se enmarcan en las Entidades de Gestión Inmobiliaria Social (EGIS), que son los organismos que asesoran a los comités habitacionales, los que -de acuerdo al estudio- presentan “una desigualdad ostensible en la postulación a los beneficios, enmarcándose principalmente en algunas zonas territoriales y desfavoreciendo a otras”, indicó el académico.

“Desde el punto de vista de la distribución territorial de las EGIS, sería esperable que el mercado las condujese a las regiones con mayor pobreza. Sin embargo, las consultoras participan desarrollando proyectos donde el ciclo de vida es menor, afectando la competitividad entre regiones y agudizando la crisis habitacional”, explicó.

También se vio como motivo del problema la evidente falta de inversión en el sector. “Se entrevistaron a EGIS y empresas constructoras para conocer cuáles son las mayores dificultades de la baja participación en proyectos de viviendas sociales, determinándose que la construcción de estas soluciones habitacionales, no ofrecen rentabilidad a los agentes que participan en el mercado y actualmente no es factible atraer inversión particularmente privada”, agregó.

Sobre esto último, el académico manifestó las posibles soluciones para disminuir la brecha actual de viviendas sociales. “Se debería apuntar a trabajar con la demanda, la permisología y un mayor conocimiento de la trazabilidad para que participen nuevos actores, ya que el Estado actualmente cumple un rol fundamentalmente normativo y subsidiario del acceso a la vivienda a familias de menores ingresos”, finalizó el experto.