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¿Es posible convertir oficinas desocupadas de Santiago Centro en viviendas?
Autor: Constructor, publicado el
Combatir el déficit habitacional es una de las metas más importantes del actual gobierno. Por ello, cada vez late más la posibilidad de transformar oficinas en desuso en viviendas habitables.
El déficit de 650 mil viviendas es uno de los problemas más grandes del país en la actualidad. De hecho, se trata de una cifra superior a la del año 1996, cuando se llegó a las 564 mil.
Y es que uno de los principales objetivos del gobierno del Presidente Gabriel Boric es entregar unas 260 mil viviendas sociales con plazo hasta el término de su mandato. Hasta el momento, hay unas 136 mil viviendas en ejecución.
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Pandemia y teletrabajo
¿Qué tiene que ver la pandemia y la irrupción del teletrabajo con el déficit habitacional? Pues que, desde el gobierno, buscan convertir oficinas desocupadas en viviendas.
Recordemos que, en marzo del 2020, cientos de empresas tuvieron que adoptar la modalidad de trabajo remoto, debido a la pandemia, las cuarentenas y la posibilidad de contagio.
Según datos de la empresa Colliers, hasta hace poco, había una vacancia del 11% de oficinas que sus dueños no podían ni vender ni arrendar. ¿Por qué no utilizarlas para albergar viviendas?
“La reconversión de oficinas a departamentos de uso residencial, principalmente en las zonas céntricas de las capitales, se da porque cada vez hay más gente trabajando desde sus casas o bien porque las empresas se trasladaron a lugares más distantes del centro”, señaló Carlos Montes, ministro de Vivienda y Urbanismo.
La verdad detrás de la idea
Según Ginnia Moroni, académica de la carrera de arquitectura de la Universidad San Sebastián, esta es una excelente idea que podría traer muchas soluciones en cuanto al déficit habitacional.
“Esta es una idea de hace años, más desarrollada en Europa, y la pandemia la extendió. Si un edificio sin uso puede ser reconvertido, eso siempre será más barato que hacer una obra nueva. Por ejemplo, un ítem siempre muy costoso es el del movimiento de tierras, que con esta solución se evita. También se da una respuesta más rápida a gente que espera por años su hogar, bajan los costos de gestión y además hay beneficios en temas de sustentabilidad y huella de carbono al ocupar una estructura existente”, aseguró la profesional al sitio Publimetro.
Moroni agregó que “las oficinas antiguas, especialmente las del centro de Santiago, son más fáciles de transformar porque están pensadas con más subdivisiones, lo que las asemeja a una casa. Eso hace que sea más simple reacondicionarlas para su uso residencial, a diferencia de las oficinas más modernas. Estas poseen plantas libres y abiertas, y concentran en un núcleo los servicios sanitarios, lo que complica que cada departamento tenga su baño”.
“Es importante revisar la distribución de la luz, para determinar si la iluminación es adecuada o no. Y también hay que fijarse en la eficiencia energética, pues lo que más se gasta en un edificio es la calefacción y el enfriamiento”, aseveró.
Datos previos indican que, para hacer estas transformaciones, el costo por metro cuadrado es de alrededor de 25 UF. O sea, casi 900 mil pesos chilenos.