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“Es difícil, pero lo vamos a cumplir”: Ministro Montes y los avances del Plan de Emergencia Habitacional
Autor: Constructor, publicado el
En conversación con La Cuarta Constructor, el secretario de Estado adelantó los avances y principales dificultades que han encontrado en este camino, cuya meta es la construcción de 260 mil viviendas.
Es evidente la grave crisis que tiene el país hace ya varios años y que se vio intensificada luego de la pandemia y la crisis migratoria. Pese a que no existe un censo desde 2017, se estima que existe un déficit de 650 mil viviendas y 81 mil personas viven actualmente en campamentos.
Ante esa situación, cuando asumió el Gobierno de Gabriel Boric, en marzo de 2022, desde la cartera del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, liderada por su ministro, Carlos Montes, se comenzó a elaborar un Plan de Emergencia Habitacional que puso como meta la construcción de 260 mil viviendas para 2025.
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¿Cuál es el panorama de hoy? La Cuarta Constructor dialogó con el secretario de Estado a cargo de esta difícil misión y explicó los avances, claves y dificultades encontradas en este camino.
-¿De qué forma se dio el catastro en materia de déficit habitacional para dar cuenta de una crisis y cuales fueron sus conclusiones?
Al llegar al Gobierno nos sorprendió la magnitud del déficit, que se cifró en alrededor de 650 mil viviendas. La cifra no es exacta porque no tenemos censo desde 2017. Si vamos a las razones de este problema, nos encontramos con un aumento desproporcionado del precio del suelo a lo largo de los años en relación al valor de la vivienda, también el problema de la desigualdad que tiene el país y las oscilaciones que uno encuentra en ciertos lugares, haciendo que muchas familias deban dejar sus casas o no puedan seguir pagando. Y finalmente algo que influyó mucho fue la política pública que no se adecuó a las distintas realidades, las ciudades más afectadas fueron Santiago, Valparaíso y Concepción. A partir de este problema, surgió entonces la creación de un Plan de Emergencia y en ello se plantearon condiciones para facilitar llevar un programa de estas características.
-¿Cuáles han sido las claves de la estrategia del PEH y los mayores problemas que se han encontrado a esta hora?
Las claves han sido fortalecer la iniciativa pública y fortalecer el Estado. El Estado no podía ser el que solo recibía propuesta de otros, sino que debía recuperarse de distintas maneras en el consejo de planificación y anticiparse. Tener un rol más activo. En segundo lugar, diversificar la maneras de acceder a la vivienda, tener mayor cantidad de programas de acceso a la vivienda. Modificamos el acceso a la vivienda rural que estaba con serios problemas, tratamos de enfrentar los proyectos que estaban detenidos por distintos ámbitos o como consecuencia del alza de materiales, y como Estado nos hicimos cargo de esta diferencia para que esas empresas pudiera funcionar y retomar sus labores. Nos encontramos con una capacidad productiva que teníamos que elevar, gradualmente, porque no es algo mágico. Elevamos la capacidad de producción de viviendas y por otro lado intentamos que los costos no se disparen. Para eso estamos trabajando, tenemos una política de suelo muy activa, en donde todas las entidades públicas tienen que ayudar transfiriendo los sitios que tengan en desuso.
-En términos de números, ¿cuánto es lo que se lleva avanzado y cómo se proyecta el cumplimiento de la meta?
Si tomamos la cifra de junio, nosotros tenemos terminadas y entregadas 64. 355 viviendas. Muchas de estas partieron en el gobierno anterior, que tenía un 5 o 10% de avance. En términos de viviendas en ejecución, construyéndose, tenemos 129 mil viviendas. Mientras que otras 75 mil ya están financiadas y con proyecto. Creemos que lo vamos a cumplir, es una tarea difícil, pero lo vamos a cumplir. Actualmente estamos en un problema con los créditos, con los bancos, tenemos una tasa de interés muy alta también, que dificulta a las empresas conseguir el financiamiento que ha ralentizado el proceso, pero es un trabajo a solucionar.
-Si nos pudiera describir la búsqueda de terrenos para la construcción de estas viviendas, ¿cómo ha sido esa gestión y qué entidades han ayudado a esto?
Ha sido complejo, el proceso no es del todo rápido como quisiéramos, tenemos la mejor disposición del ministerio de Bienes Nacionales, pero el proceso demora su tiempo. Todas las entidades pública se han portado bien, han colaborado enormemente. Eso si, hemos tenido problemas con las Fuerzas Armadas, donde ha sido más lento, pero ya hemos avanzado algo, por ejemplo, ya tenemos algunos terreno que facilitó el Regimiento Buin en Recoleta. También hemos encontrado trabas desde Ferrocarriles. Esta entidad tiene suelos en todo el país, muchas veces tomados y sin uso.
-En términos de construcción, si nos pudiera describir las características de las viviendas industrializadas. De qué materialidad son, tamaño, etc.
Una vivienda industrializada es aquella que se produce en una fábrica y se va a instalar en el terreno que corresponde. Hoy en Chile hay 7 u 8 empresas que están certificadas y que reúnen todas las condiciones técnicas para operar este tipo de construcciones. Más que ahorrar los costos, este tipo de construcción ahorra los tiempos, por ejemplo unos edificios que construimos en Rancagua, una obra gruesa se demoró 4 meses, cuando normalmente demoraba un año. Aparte se produce menos contaminación porque hay sistemas tecnológicos y computarizados que ayudan en el proceso. Los tamaños son variables, por ejemplo en Granero la semana pasada entregamos unas de 60 metros cuadrados, otras de 57, que son mucho más grandes que las que se entregaban antes. Por ejemplos las viviendas que se construyeron al comienzo de la democracia eran de 37 m2 y fue subiendo a 42. Por ende, hoy en día aumentaron el tamaño y también la calidad de las terminaciones, se han mejorado los materiales. Todas nuestras viviendas cuentan con aislante térmico para disminuir el calor y el frío. Existe sistema de circulación propio de aire, y se ha elevado mucho el estándar que nos pone muy orgullosos.