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Eficiencia hídrica en la construcción: Un desafío urgente
Autor: Constructor, publicado el
Columna escrita por Daniel Flores, subgerente de Seguridad, Salud Ocupacional y Sistema de Gestión Ambiental de Empresas Siena.
Llevamos más de 10 años atravesando una megasequía que se ha convertido en una amenaza para el consumo humano y las actividades productivas. De hecho, el 2021 fue el cuarto año más seco que se ha registrado en la historia de nuestro país desde 1950 y no hemos sido capaces de revertir la situación actual.
Si bien las cifras no son alentadoras, esta crisis se presenta como una oportunidad para la industria de la construcción, ya que es un momento crucial para que todos los actores involucrados tomemos acciones concretas que logren mitigar el impacto del consumo hídrico y mejoren sus procesos mediante prácticas sustentables que permitan el desarrollo de proyectos que estén en sintonía con el cuidado del medioambiente, y se priorice la optimización de los recursos naturales disponibles.
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El consumo hídrico en obras revela cifras abrumadoras. Sin ir más lejos, en el año 2020 se autorizaron más de 43 mil permisos de construcción a nivel nacional, y el consumo aproximado fue de 38 millones m3 de agua. Esta realidad llama a adaptarse a los tiempos actuales y buscar soluciones que reviertan este elevado, pero indispensable uso de este recurso en el rubro.
En Empresas Siena dimos el puntapié inicial a un prototipo sin precedentes en Chile, que reutiliza las aguas grises que provienen de las duchas y lavamanos de los trabajadores para darles nueva utilidad en los procesos de faena y ejecución en su proyecto Quillayes, ubicado en La Florida.
A través de esta iniciativa, no solo innovamos en materia de sostenibilidad, sino que convocamos a la industria a hacer sinergias, actuar unidos y alinearnos con este tipo de buenas prácticas que implican una inversión baja, pero generan un alto impacto en el medioambiente.
Es hora de actuar y generar acciones ya. Llegó el momento de concientizar a todos los actores de esta industria sobre los efectos que conlleva el elevado consumo de recursos hídricos, pero, sobre todo, crear conciencia sobre las numerosas soluciones que existen y están al alcance de todos para mejorar la situación a nivel país.
Debemos asumir nuestra responsabilidad y aprovechar el sinnúmero de innovaciones disponibles en el mercado para incorporarlas en nuestros procesos constructivos. Esto es imperativo y fundamental para conseguir resultados más sustentables y contribuir desde nuestra vereda.
El esfuerzo debe ser urgente y unánime para avanzar. Este desafío nos exige estar a la vanguardia de lo que está ocurriendo, pero también a aprender y sumar fuerzas entre todos por el bien del medio ambiente y de nuestra sociedad.
