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Conozca las reacciones tras la aprobación del artículo convencional que asegura el “derecho a una vivienda digna y adecuada”
Autor: Constructor, publicado el
También hubo puntos rechazados, como los que apuntaban a que las viviendas estén exentas del pago de contribuciones y la consideración especial en viviendas para pueblos indígenas.
Una gran parte de los chilenos pedía que la nueva constitución considerara como uno de sus principales puntos el derecho a una vivienda. Y el martes se dio un gran paso para ello dentro de la Convención Constitucional, en el que se aprobó el derecho a una vivienda digna y adecuada.
“Toda persona tiene el derecho a una vivienda digna y adecuada, que permita el libre desarrollo de una vida personal, familiar y comunitaria”, señala el numeral 1 del artículo 4 del segundo informe de la Comisión de Derechos Fundamentales.
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Este inciso fue aprobado con 133 votos a favor, once en contra y seis abstenciones. Es decir, superó la barrera de los dos tercios.
Con esto, dicho punto ingresó al borrador de la nueva constitución, la cual deberá aprobarse o rechazarse este domingo 4 de septiembre de 2022 en el ‘Plebiscito Constitucional de Salida’.
Punto por punto
Este martes fueron aprobadas varias medidas para garantizar la vivienda digna para los chilenos, presentes en incisos del artículo 4.
“El Estado deberá tomar todas las medidas necesarias para asegurar el goce universal y oportuno de este derecho a lo menos la habitabilidad, el espacio y equipamiento suficiente, doméstico y comunitario, para la producción y reproducción de la vida, la disponibilidad de servicios, la asequibilidad, la accesibilidad, la ubicación apropiada, la seguridad de la tenencia y la pertinencia cultural de las viviendas, de conformidad a la ley”, indicó el numeral 2, el cual también fue aprobado.
Numerales rechazados
Sin embargo, solo los numerales 1 y 2 fueron aprobados. El número 3, el cual fue rechazado por la convención, decía lo siguiente: “El Estado participará directamente en el diseño, construcción, rehabilitación, conservación, innovación y distribución equitativa de la vivienda, del equipamiento urbano y de los servicios básicos”.
El 4, en tanto, tampoco fue aprobado. “Los poderes públicos considerarán especialmente en el diseño de los planes de vivienda a personas con bajos ingresos económicos y otras que establezca la ley. Estas viviendas están exentas del pago de cualquier tipo de contribuciones y son inembargables”, decía el texto.
Finalmente, el numeral 5 fue también rechazado y dictaba lo siguiente: “Las políticas públicas de diseño de planes de vivienda y organización territorial deberán tener especial consideración por la cultura y tradiciones de los pueblos indígenas (…) el Estado garantizará la creación de viviendas de acogida para la protección integral a los adultos mayores, infancia, mujeres, disidencias y diversidades sexuales frente a la violencia de género y otras formas de vulneración que atenten contra la vida digna”.
A favor…
Las réplicas no tardaron en llegar desde quienes están a favor y en contra de los incisos aprobados y rechazados.
Uno de los integrantes de la comisión de vivienda, Benito Baranda, indicó que “lo que asegura el derecho a la vivienda es una vivienda, la modalidad va a depender de la legislación. Hay países que tienen un porcentaje importante de viviendas de propiedad del Estado y las tienen arrendadas, como, por ejemplo, el Reino Unido. Lo que importa es que las personas tengan una vivienda donde poder desarrollarse”.
Baranda agregó que “esta norma permitirá progresivamente saldar una deuda histórica. Por años el Estado ha determinado construir guetos, donde llegan a vivir personas que experimentan la cara más dura de la marginación y pobreza”.
La convencional independiente, Adriana Ampuero, sostuvo que “Chile es de los pocos países de Latinoamérica que no contempla esta garantía en su carta fundamental (…) para acceder a la vivienda en Chile hay que endeudarse terriblemente, y las políticas públicas para derribar estas barreras de acceso no han estado a la altura”.
Antonio Errázuriz, presidente de la Cámara Chilena de la Construcción, dijo que “como país, tenemos el gran desafío de resolver la falta de vivienda que padecen miles de familias. El Estado, la iniciativa privada, las organizaciones de la sociedad civil y las comunidades debemos seguir trabajando unidos y buscar nuevas soluciones”.
En contra…
Sin embargo, también hay quienes cuestionaron algunos de los puntos rechazados por la convención. “Derecho a la vivienda (no a la propia). ¿Quién va a construir esas viviendas, si la convención establece que las empresas constructoras pasen a control de los trabajadores? ¿Cuántas constructoras quedarán abiertas si se aprueba? ¿Construirá entonces el estado? Buena suerte con ello”, señaló el diputado Johannes Kaiser.
Teresa Marinovic, constituyente por el Distrito 10, señaló que “han rechazado todas nuestras propuestas para garantizar vivienda propia porque te quieren dependientes del Estado. También rechazan que puedas proteger tu vivienda con el desalojo en caso de toma”.